El caqui - Muina
23368
post-template-default,single,single-post,postid-23368,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,select-theme-ver-2.5,wpb-js-composer js-comp-ver-4.8.1,vc_responsive

El caqui

El caqui es una baya de forma ovalada, de color rojo, anaranjado o amarillo, en función de la cantidad de carotenos que posee. Su peso va desde los 80 gramos hasta el medio kilo.

En el interior contiene una pulpa anaranjada, dulce y con textura gelatinosa y blanda, con un ligero regusto áspero, según su contenido en taninos. Algunos caquis contienen hasta ocho semillas y son más dulces que los que no contienen semillas. Estos contienen más taninos, por lo que su sabor es más astringente, aunque a medida que maduran, van perdiendo ese sabor amargo.

La época más adecuada para plantar el árbol del caqui va desde finales de otoño a finales de invierno. Tolera bastante bien la sequía, aunque es mejor regarlo con regularidad, para conseguir frutos de buen tamaño y calidad. Un tiempo demasiado seco durante un largo periodo puede precipitar la caída de las hojas y de los frutos. Además, debe ser plantado en un terreno con buen drenaje.

caqui

Para que el fruto se desarrolle, necesita calor en verano, pero cuando se han caído las hojas, las bajas temperaturas ayudan a la maduración del fruto. Pueden resistir hasta 15º bajo cero.

Los caquis permanecen madurando en el árbol, una vez que se han caído las hojas. Los más astringentes se suelen recoger a finales de otoño o a principios de invierno. Cuando se recogen, es importante cortar por el peciolo, dejando la capucha marrón en el fruto para que no se estropee.

El caqui astringente debe estar bien maduro para su consumo y se han de descartar los ejemplares con imperfecciones en la piel. Conviene que en la compra conserven el tallo y el casquete. Es mejor adquirir frutos aún duros, que se pueden conservar refrigerados durante un periodo aproximado de tres semanas. Si aún está verde, se debe dejar a temperatura ambiente, hasta que complete su maduración.

El caqui es un fruto muy delicado. Todas las variedades, excepto la Sharon, tienen que ser consumidas cuando estén blandas y maduras, y en poco tiempo, ya que se estropean enseguida. Si queremos acelerar su maduración, podemos introducirlos en una bolsa de papel junto con otras frutas como plátanos o manzanas. Se puede congelar, entero o sólo su pulpa. Se recomienda añadir zumo de limón para evitar que se altere su color.

El caqui se consume sobre todo fresco, bien maduro. La forma más sencilla de consumirlo es partiéndolo por la mitad y, sin quitar la piel, comer la pulpa con una cuchara. Para que esta pulpa esté más sabrosa, se le puede añadir unas gotas de licor o de zumo de tomate.

Los caquis también se pueden utilizar para la elaboración de postres, bebidas, helados, batidos y confituras. Cuando están bien maduros, la pulpa es pastosa y se puede utilizar como crema para untar canapés, tostadas, bocadillos, para elaborar salsas y rellenos de pasteles. En Estados Unidos, China y Japón se consumen desecados y son considerados como un manjar exquisito.

Combina muy bien con frambuesas, naranjas, fresas y otras frutas ácidas. También se puede combinar con algunas frutas dulces como las manzanas, peras, uvas, melón o dátiles, y con especias como la pimienta negra o la canela. Además, se puede consumir junto con aguacate, yogur o requesón.

Por sus propiedades nutritivas, son muy recomendables para niños, jóvenes, deportistas, mujeres embarazadas, madres lactantes y las personas mayores. Sin embargo, dado su alto contenido en potasio, deben consumirlo de forma controlada quienes padecen insuficiencia renal. Además, las personas que padecen diabetes deben tener en cuenta su contenido en azúcares.

Los caquis son muy útiles para controlar el tránsito intestinal, tanto en casos de estreñimiento como de diarrea. Los que están muy maduros son ricos en fibras solubles, que favorecen los movimientos intestinales y ejercen efecto laxante, al haber disminuido el contenido en taninos. Además, la fibra soluble absorbe el colesterol y ayuda a expulsarlo antes de que sea absorbido hacia el torrente sanguíneo.

Sugerencia: Dejarlo madurarlo hasta que su textura se ponga gelatinosa. Hacer un aliño de zumo de naranja, amareto y vainilla. Dejar macerar el caqui en este aliño, durante una hora, antes de comer.

LA FICHA

Nombre científico: D. kaki, D. loto o D. virginiana, dependiendo de su origen.

Familia: Ebanáceas

Historia y origen: El caqui pertenece al género Diospyros, que en griego significa ‘fuego divino’. Este nombre se debe al color anaranjado o rojizo de su piel y a la gran dulzura que tiene cuando está maduro. Una leyenda japonesa relata cómo la planta del caqui surgió de una grieta producida por la caída de un gigante, al ser derrotado por un samurái. En algunas comarcas se les conoce como ‘palo de santo’, ya que suelen madurar por la festividad de Todos los Santos. El cultivo del caqui se remonta al siglo VIII en China y Japón. A Estados Unidos llegó a principios del siglo XIX y a España, hacia 1870, a pesar de que su existencia era conocida en Europa desde el siglo XIII gracias a los viajes de Marco Polo.

 Temporada: Se consumen durante otoño e invierno.

Valor nutritivo: La composición nutricional del caqui depende de la variedad de la que se trate. Aporta una cantidad importante de hidratos de carbono, aunque contiene muy poca cantidad de grasas y de proteínas. El aporte calórico del caqui es bastante superior al de la mayoría de las frutas carnosas, con unas 70 kilocalorías por 100 gramos. Prácticamente sólo los plátanos les superan. Es una excelente fuente de vitamina A, en forma de carotenoides provitamínicos, y que son los responsables de la coloración del fruto maduro. También contiene cantidades importantes de vitamina C, especialmente cuando el fruto está verde. Tanto la vitamina A como la C tienen efectos antioxidantes, por lo que contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Entre los minerales destaca su alto contenido en potasio.

Variedades: Principalmente, los caquis se dividen en astringentes y no astringentes.

Los no astringentes son variedades dulces que pueden consumirse sin necesidad de someterlas a un proceso de eliminación de la astringencia. Incluso algunas se pueden consumir sin que hayan madurado por completo.

Variedades no astringentes:

  • Fuyu: es una de las variedades más reconocidas. Los caquis poseen un color naranja vivo, con pulpa compacta y fuerte de color naranja claro y tiene muy pocas semillas. Se suele recoger a finales de otoño o principios de invierno.
  • Jiro: es muy abundante en Japón y los frutos son amarillos y muy dulces. Se suelen recoger a principios de otoño.
  • Honan red: es una variedad de producción elevada cuyos frutos son muy dulces y de color rojo anaranjado al madurar.
  • Sharon: se trata de un cruce israelí de distintas variedades. Es un caqui con marca propia, muy suave y de poco sabor, al que se le ha eliminado la astringencia de forma química, por lo que se puede comer cuando todavía no está maduro.

Las variedades astringentes tienen un sabor amargo y se deben dejar madurar muy bien en el árbol. Después, hay que someterlos a un proceso de eliminación de la astringencia con vapores de alcohol o guardándolos en frío.

Variedades astringentes:

  • Hachiya: es una de las variedades astringentes más reconocidas. Tienen forma cónica, color naranja fuerte y se suelen recoger desde mitad del otoño hasta principios de invierno.
  • Eureka: es una variedad americana que aguanta muy bien la falta de agua y el frío.

Dato de interés: Las flores del caqui se utilizan, según la tradición popular, para tratar el sarampión, mientras que la corteza del árbol, para las quemaduras.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail


Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies