Al pan, pan….
Siguiendo nuestra habitual inquietud por el entorno y la cultura, hace ya 13 años decidimos crear un pan que fuera un plato más dentro del menú. Un pan que tuviera su protagonismo y nos hablara de lo que somos, hacemos y creemos. Esto nos obligó a recuperar los valores de la panadería tradicional…
El pan es una elaboración importante dentro de la gastronomía: el ritual de la masa madre, la selección de harinas, la alquimia de las proporciones… la fórmula que define un producto de color dorado, textura crocante e interior compacto.
La elaboración de una masa que duerme 48 horas permite guardar un equilibro perfecto entre las levaduras y el aroma del maíz.
El maíz es un producto empleado en Euskadi como alimento o ingrediente para la elaboración del talo, un pan muy vasco elaborado con harina de maíz, agua y sal tostado en una plancha creando una corteza crujiente por sus caras y un interior blando y cremoso. Estas “tostas” se rellenan con chorizo, morcilla o elaboraciones hechas con bacalao. Famosa receta que hoy en día podemos disfrutar en cualquier feria agrícola como Santo Tomas, Último lunes de Gernika,… Históricamente se hacía un pan de maíz con mezcla de trigo horneado sobre una hoja de berza. Este pan contundente todavía lo podemos encontrar en las ferias.
Nuestro pan es el resultado de una interpretación de la cultura: habla de la identidad y la evolución de un producto muy consumido. Un pan que en apariencia y textura guarda nuestra raíz.





